Confucio

"Me lo contaron y lo olvidé. Lo vi y lo entendí. Lo hice y lo aprendí" Confucio

4 de marzo de 2015

Mágicamente


Flickr: imagen de Manuel (enlace)



UN CUENTO: 
  
  “Una araña en el colegio”    






En un rincón de un colegio, dos arañas conversan.

-       Mamá, ya sé lo que quiero ser de mayor.
-       Y  ¿qué quieres ser?
-       Científico.
-       ¿Científico? Pero hija, tu eres una araña y todas las arañas adultas deben dedicar su tiempo a construir una fuerte telaraña para atrapar insectos y para poder protegerse.
-       Pero mamá, hacer siempre lo mismo resulta muy aburrido.
-       Bueno …..  explícame ….. qué hace un científico y de dónde has sacado esa idea tan extravagante.


La pequeña araña, muy emocionada, empezó a contar a su mamá:

-       Llevo mucho tiempo observando a los niños que acuden a esta clase. Muchas veces les oigo decir que les toca jugar a los científicos y hacen cosas muy divertidas.
-       Cuéntame algunas de esas cosas fantásticas, para que yo también las conozca.
-       Pues….


“Un día hicieron chocar la luz de una linterna contra un disco brillante y, MÁGICAMENTE, apareció un pequeño arcoíris como el que surge en el cielo tras un día de lluvia y sol.”

“En otra ocasión, mezclaron agua y jabón. Introdujeron una pajita a la que habían dado una forma redondeada y, MÁGICAMENTE, al soplar, aparecieron pequeñas bolas transparentes que flotaban hasta explotar. Se parecían a las pompas que brotan en el suelo cuando las gotas de lluvia caen con fuerza.”

“Otro día, al introducir papeles de colores en recipientes con agua, esta, MÁGICAMENTE,  se volvió amarilla como el color del sol, o roja, como el color de la mariquita, o azul, como el color del cielo. Al mezclar estos colores, MÁGICAMENTE, apareció el color verde, como el color de la hierba, o naranja, como el color de algunas flores, o marrón, como el color de los troncos de los árboles.”

“En otra ocasión, en un gran recipiente crearon un gran charco. En él, hicieron navegar barcos soplando con sus bocas, con pajitas, con abanicos. E hicieron carreras. Se parecía al charco que se forma en el patio los días de lluvia.”

“Otro día, se colocaron cerca de la ventana. Con las sombras de sus manos, MÁGICAMENTE, hicieron aparecer distintos animales sobre las mesas. Algunos se parecían a las palomas que diariamente se acercan al colegio a comer las migas que quedan en el suelo.”

“Un día, sujetaron globos llenos de arena a cintas de colores y probaron a lanzarlos muy lejos. Me recordaba cuando el viento soplaba muy fuerte y arrojaba las pequeñas ramas caídas en el suelo.”

“Al llegar la primavera, construyeron pequeñas cometas para jugar con el viento. Se parecían a las hojas cuando caen de los árboles haciendo pequeñas piruetas en el aire ”

“En otra ocasión, en una botella que contenía un líquido maloliente, hicieron verter unos polvos. Taparon la botella con un globo que, MÁGICAMENTE, empezó a inflarse.”

Y, mamá, cuando hacen todo esto, se ríen y están muy contentos.

 A veces creo que ser científico es ser como un mago.

-       Pero hija, tus patitas son pequeñas y no tienes manos para poder hacer esas cosas. Además, es fundamental que todo tu tiempo lo dediques a aprender a hacer una hermosa y resistente telaraña.

Después de decir estas palabras, contempló a su hija y pudo percibir en su cara la tristeza que sentía.

Quizás habría alguna manera de realizar ambas actividades.

En ese momento tuvo una idea y le dijo a la pequeña araña.

-       Qué te parece si, cada vez que los niños se conviertan en científicos, te tomas un descanso y les acompañas.

“Cuando hagan el arcoíris, te puedes meter debajo del disco y moverlo con tu cuerpo.”

“Cuando haga pompas, te puedes acercar a una de ellas y hacerla explotar con tus patitas.”

“Cuando hagan los barcos, te puedes subir a uno de ellos y participar en una de sus carreras.”

“Cuando jueguen a hacer animales con sus sombras, tu podrás jugar con tu sombra de araña y hacerte tan grande como una tarántula.”

“Cuando hagan cometas y cintas atadas a globos con arena, podrás subir en ellas y volar tan lejos como si viajaras en avión.”

Y así fue como la pequeña araña pudo realizar, por algunas horas, su pequeño sueño: ser un científico como los niños del colegio.








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