“Una araña en el colegio”
En un rincón de un colegio, dos arañas conversan.
- Mamá,
ya sé lo que quiero ser de mayor.
- Y ¿qué quieres ser?
- Científico.
- ¿Científico?
Pero hija, tu eres una araña y todas las arañas adultas deben dedicar su tiempo
a construir una fuerte telaraña para atrapar insectos y para poder protegerse.
- Pero
mamá, hacer siempre lo mismo resulta muy aburrido.
La pequeña araña, muy emocionada, empezó a contar a su mamá:
- Llevo
mucho tiempo observando a los niños que acuden a esta clase. Muchas veces les
oigo decir que les toca jugar a los científicos y hacen cosas muy divertidas.
- Cuéntame
algunas de esas cosas fantásticas, para que yo también las conozca.
- Pues….
“Un día hicieron chocar la luz de una linterna contra un disco brillante y, MÁGICAMENTE, apareció un pequeño arcoíris como el que surge en el cielo tras un día de lluvia y sol.”
“En otra ocasión, mezclaron agua y jabón. Introdujeron una pajita a la
que habían dado una forma redondeada y, MÁGICAMENTE,
al soplar, aparecieron pequeñas bolas transparentes que flotaban hasta explotar.
Se parecían a las pompas que brotan en el suelo cuando las gotas de lluvia caen
con fuerza.”
“Otro día, al introducir papeles de colores en recipientes con agua, esta,
MÁGICAMENTE, se
volvió amarilla como el color del sol, o roja, como el color de la mariquita, o
azul, como el color del cielo. Al mezclar estos colores, MÁGICAMENTE,
apareció el color verde, como el color de la hierba, o naranja, como el color
de algunas flores, o marrón, como el color de los troncos de los árboles.”
“En otra ocasión, en un gran recipiente crearon un gran charco. En él,
hicieron navegar barcos soplando con sus bocas, con pajitas, con abanicos. E
hicieron carreras. Se parecía al charco que se forma en el patio los días de
lluvia.”
“Otro día, se colocaron cerca de la ventana. Con las sombras de sus
manos, MÁGICAMENTE, hicieron aparecer
distintos animales sobre las mesas. Algunos se parecían a las palomas que
diariamente se acercan al colegio a comer las migas que quedan en el suelo.”
“Un día, sujetaron globos llenos de arena a cintas de colores y
probaron a lanzarlos muy lejos. Me recordaba cuando el viento soplaba muy
fuerte y arrojaba las pequeñas ramas caídas en el suelo.”
“Al llegar la primavera, construyeron pequeñas cometas para jugar con
el viento. Se parecían a las hojas cuando caen de los árboles haciendo pequeñas
piruetas en el aire ”
“En otra ocasión, en una botella que contenía un líquido maloliente,
hicieron verter unos polvos. Taparon la botella con un globo que, MÁGICAMENTE,
empezó a inflarse.”
Y, mamá, cuando hacen todo esto, se ríen y están muy contentos.
A veces creo que ser científico
es ser como un mago.
- Pero
hija, tus patitas son pequeñas y no tienes manos para poder hacer esas cosas.
Además, es fundamental que todo tu tiempo lo dediques a aprender a hacer una
hermosa y resistente telaraña.
Después de decir estas palabras, contempló a su hija y pudo percibir
en su cara la tristeza que sentía.
Quizás habría alguna manera de realizar ambas actividades.
En ese momento tuvo una idea y le dijo a la pequeña araña.
- Qué
te parece si, cada vez que los niños se conviertan en científicos, te tomas un
descanso y les acompañas.
“Cuando hagan el arcoíris, te puedes meter debajo del disco y moverlo con tu cuerpo.”
“Cuando haga pompas, te puedes acercar a una de ellas y hacerla
explotar con tus patitas.”
“Cuando hagan los barcos, te puedes subir a uno de ellos y participar
en una de sus carreras.”
“Cuando jueguen a hacer animales con sus sombras, tu podrás jugar con
tu sombra de araña y hacerte tan grande como una tarántula.”
“Cuando hagan cometas y cintas atadas a globos con arena, podrás subir
en ellas y volar tan lejos como si viajaras en avión.”
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